Desde que yo era niña me encantaban las mariposas, cada vez que mi abuelita salía al jardín a cuidar sus flores, yo salía a jugar con las mariposas. Me encantaba verlas transformarse, verlas volar a su antojo y atolondradamente.
Ahora tengo un árbol de Flor de Jamaica o Hibisco que atrae mariposas. Cuando compramos la casa ya estaba ahí, junto a la ventana de la cocina, sin ese árbol yo no tendría mis mariposas. Verlas volar me distrae y me relaja además de que me provoca querer volar como ellas.
Una vez mi esposo sugirió deshacernos de el árbol pues había crecido sin ton ni son y se comenzaba a ver descuidado pero en cuanto lo mencionó el pobre hombre tuvo que dar un salto atrás pues mi reacción fue inesperada y sumamente pasional “QUE? NI LO PIENSES! Ese árbol no se corta solo se poda y el que se atreva a dañarlo corre riesgo de PERDER LOS DEDOS” Mi comentario llegó inmediatamente a oídos de el jardinero y es por eso que desde entonces cuando el jardinero lo poda lo hace con mucho cuidado y solo se quita los guantes hasta que está dentro de su camioneta dando vuelta en la esquina de la calle… mmmm… será que tiene miedo a perder un dedo???
Los días que me siento agobiada y necesito salir a distraerme un rato, me dispongo a ser mariposa. Tomo mi carro, salgo de volada a dar un paseo sin rumbo fijo dejando las preocupaciones atrás y cuando regreso a casa me siento ligera aterrizando de puntitas como Campanita la de Peter Pan, de buen humor y feliz por haber crecido alas por un día.
Metamorfeados Saludos,
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:).........Esta bien padre....!!!
ResponderBorrarMe recuerda al día aquel día.....!!!!
Que fui uno totalmente acorde con el todo del mundo.....ese día conocí al que dentro de mi habita......Sin importar el nombre del acta de nacimiento...... Conocí al que dentro de mi existe....!!!
Me hiciste recordar algo muy padre...!